Pero me salvan tus párpados
Aunque las flores nacen para redimirse a tu paso
cuando te acercás a mí
y la miel se esfuerza
porque solo vos existís más dulce que ella
a veces recibo en mi cabeza
la bala perdida que es imaginarte lejos
o indiferente
entonces el sol ya no quema mi piel
pero sí seca la pintura de mi lápida
e imagino que una suma necesita más que un signo
y que el intento de vos más yo
resulta menos que uno
y siento algo como sangre que recorre mi cara
que brota de mis ojos como miedos jamás dichos
pero me salvan tus párpados
porque los separás
y amanece en mi alma.
Cortesia de Romano Porras
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